Los gastos comunes en una comunidad son una preocupación constante para los residentes, ya que suelen aumentar periódicamente. Mantener estos gastos bajo control sin comprometer el funcionamiento del condominio es esencial. A continuación, se presentan algunas estrategias para lograrlo:
Aproximadamente el 50% de los gastos comunes se destinan al personal. Es fundamental revisar los contratos de trabajo para pagar lo justo y asegurarse de que la dotación sea adecuada. Además, una correcta planificación de turnos y vacaciones ayuda a reducir costos adicionales como horas extras y pagos por reemplazos.
Revisar periódicamente los contratos de mantención y evaluar la calidad de los proveedores permite evitar reparaciones costosas. Licitar servicios, definir claramente las tareas a realizar y mantener contratos actualizados son prácticas clave para reducir gastos.
Mantener las certificaciones exigidas por la ley evita multas costosas. Además, revisar la póliza de seguro de los espacios comunes asegura que la cobertura sea adecuada y ajustada a las necesidades reales del condominio.
La energía y el agua representan un porcentaje significativo de los gastos comunes. Implementar iluminación LED, usar sensores y timers para controlar la iluminación, automatizar el riego de áreas verdes y optar por tarifas eléctricas más convenientes son medidas que pueden generar ahorros importantes.
Utilizar plataformas profesionales para gestionar los gastos comunes y comunicar de manera transparente los detalles de los egresos a los residentes fomenta la confianza y puede llevar a la identificación de alternativas más económicas.
Las instalaciones como salas multiuso y cowork pueden representar un gasto adicional. Implementar un sistema de cobro por su uso asegura que solo quienes utilizan estos espacios cubran los costos de su mantención.
Ante gastos urgentes o imprevistos, se puede recurrir al fondo común de reserva o establecer pagos en cuotas. Contar con una buena administración de condominios es crucial para implementar y supervisar todas estas medidas.
Con estas estrategias, es posible mantener los gastos comunes bajo control, asegurando un ambiente bien gestionado y económicamente eficiente para todos los residentes.